Ni siquiera pude comenzar. Se me abalanzaron encima, como si fuera a clavarme una cuchilla en el vientre. Sentía como si me pusieran un embudo en la boca, y luego metieran todo lo que podían. Me resistí cuanto pude, y cuando ya él estaba cansado de tanto repetirme que coma, fui y me compré un paquete de galletitas de agua...
Quiero perder estos 20 kilos, y si es posible, más. Entiendan si quieren, déjenme de lado si no, pero YO VOY A HACER LO QUE SEA PARA BAJAR DE PESO.